Me enamoré de un loco.

Me enamoré de un loco que predicaba un reino,

un reino tan diferente que muchos ni lo llamaban reino.

Un reino con trigo y cizaña

creciendo juntos hasta la cosecha,

un reino que cuál semilla crece

y no se rinde ante la maleza.

Decía también de su reino

que era como levadura en harina,

y que era cual red de pescados

que los hombres separan en la orilla.

Un reino escondido en el campo

cual tesoro valioso,

un reino a merced del valiente

que lo descubra dichoso.

Un reino sin favoritismos,

puertas abiertas, nadie excluido,

el boleto de admisión:

dejar tu vida y a Él seguirlo.

Sé que suena un poco loco,

a mí también me sonó así,

pero después de escucharlo

no tuve más que decir que sí.

Me enamoré de un loco,

pues predicaba un reino “imposible”,

pero la loca fui yo

al dejarlo todo y seguirle.

El mundo nos cree locos

y quizá tengan razón,

pero esta locura es buena,

esta enciende mí corazón.

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Siempre había pensado que la poesía era para enamorados o viejitos (una disculpa por mis prejuicios), pero descubrí una riqueza inmensa al tratar de darle forma a mis ideas y mis sentimientos a través del poema. No es el mejor estoy segura, pero si me sirvió a mi espero también te sirva a ti. Y si sientes esa cosquillita de querer escribir algo date la oportunidad, no pierdes nada y puedes ganar mucho:)