top of page

Corazones heridos

Creo que como común denominador que tenemos como personas es que tenemos heridas, sean grandes o chicas, algunas pueden parecer absurdas a nuestros ojos pero realmente nos siguen lastimando. Cada persona ha trazado un camino diferente en esta vida, diferentes vivencias, un estilo de crianza en el que creció, una infancia retadora o quizás alegre, experiencias con amistades, etc. No sé cómo ha sido tu camino, pero probablemente has experimentado alguna decepción, rechazo, abandono, humillación o alguna injusticia. Puede ser que hayas cerrado esa puerta y solo te limites a evitar esa herida, quizás la has podido adormecer o tal vez se haya mostrado más clara ahora que no tenemos tanto ruido exterior.


En lo personal, he podido experimentar lo que es darse cuenta de una herida que llevaba años adormecida pero que me seguía limitando y dañando. Al principio no sabía qué hacer, solo podía llorar y ver cómo es que esta herida muchas veces me llegó a limitar y me hacía afectar a otros. Después empecé a pensar en quien me llegó a dañar y tengo que reconocer que hubo un momento en el que me llené de rencor, pues solo pensaba en lo mucho que me afectó y todo lo que desencadenó en mi vida. Estaba furiosa, con miedo, me sentía impotente. Solo podía preguntarme ¿qué podía hacer ahora? ¿y yo qué culpa tengo? ¿me tengo que quedar así? No les puedo decir que ya he encontrado la respuesta exacta, pues es un proceso largo y tedioso, al menos lo ha sido para mi. Pero creo que estoy llevando mucho de esta experiencia.


Muchas veces se nos olvida que no todos tenemos la misma forma de ver las cosas, pues es más fácil interpretarlo todo desde nuestra perspectiva. Suena algo ilógico, pero es cierto. Quizás te haya pasado que alguien te hace algún daño, algún robo o algún comentario hiriente y te indignas, pues no te pasa por la mente cómo es que a alguien se le ocurre hacer semejante cosa. Pero si recordamos que cada persona cuenta con una historia única, personal, con tropiezos y con heridas, es más fácil comprender desde dónde viene esa forma de actuar.


Les decía hace un momento que cuando me di cuenta de mi herida, también pude recordar a aquella persona que me llegó a hacer tanto daño y cómo es que empecé a sentir rencor. Ya después de darle mil y un vueltas pude ver cómo es que la persona que me lastimó también venía de un lugar que le generó mucho dolor, y que eran sus heridas las que hablaban cuando se dirigía a mi. Tener esta forma de ver las cosas me ha permitido empezar a soltar, sanar un poco y dejar a un lado ese rencor que tanto daño me ha hecho.


Sigo soltando, perdonando y teniendo batallas en mi interior, pero Jesús va conmigo y no me suelta, y encuentro en María un lugar de consuelo y cariño. Hoy te invito a pensar en aquellas personas que te han lastimado y si es posible, hilar esta parte de reconocer de dónde vienen y cuáles son las heridas que posiblemente las hayan hecho obrar así. Hoy te invito a que juntos empecemos a soltar, a vivir más libres, a vivir en el amor, encontrando refugio y alimento en los brazos de Jesús y María.

Comments


Haz lío con nosotros

¿Tienes dudas?

¿Tienes algún tema?

¿Quieres compartir tu testimonio?

¿Quieres compartir un punto de vista distinto?

y Contáctanos

Esperamos tu DM en Insta

o tu tweet en twitter 

o tu privado en tiktok

o inbox en facebook 

o tu mail en el correo. 

  • Spotify
  • Instagram
  • Twitter
  • TikTok
  • Facebook

© 2020 by Hagamos Lío ®

hl-negro (2).png
bottom of page