Saliendo del Desierto
- Jessica Bermeo
- May 18, 2021
- 2 min read
Updated: Aug 25, 2022
Hace unos meses me preguntaba qué tipo de temas sería bueno escribir, y entre algunas opciones que personas cercanas a mí me recomendaban, la soledad era un tema que verdaderamente no quería tocar. En ese tiempo estaba pasando por un buen momento en mi vida, pero para mi sorpresa, meses después me encontraría envuelta de alguna u otra manera en este sentimiento que muchos (si no es que todos) podríamos decir que es poco placentero.
Esta de más decir que el Señor conoce mi corazón mejor que yo, y sabe exactamente lo que necesita, por eso cuando escuché este video del padre Mike Schmitzm, me ayudó a comprender lo que sucedía en mi vida interior. Te dejo el video abajo por si quieres verlo y reflexionar tú mismo acerca de esta realidad de la que quiero hablar ahorita, la solitud.
Dentro de esta soledad he aprendido, y sigo aprendiendo varias cosas que te quiero compartir con la esperanza de que si en algún momento llegas a experimentar esta soledad de la que hablo, no le tengas miedo.
1. Tú no eres el centro del universo
Podrá parecer chiste o frase de relación tóxica, pero es verdad. Por más difícil que sea salirnos de nuestro papel de protagonistas de nuestra propia vida, no somos el centro del universo. No somos, o no deberíamos de ser, lo más importante en la vida de otra persona. Las personas que amamos y que nos aman también tienen su vida, sus ocupaciones, y sus propias heridas que tienen que sanar, a veces implemente no pueden darte lo que tú necesitas en el momento que lo necesitas, pero recuerda esto: eso no significa que no te amen.
2. Tú eliges la solitud, y también la soledad
La solitud no es más que un camino que tienes que tomar solo, es necesaria para tomar decisiones, para conocerse a uno mismo, reconocer nuestras heridas y nuestros deseos, también es un espacio para conocer a Dios que es el único que permanece cerca incluso en nuestra solitud. Pero no confundamos la solitud con soledad, la soledad es crearse un muro alrededor de uno mismo, para que nada salga ni entre, ni siquiera Dios, no porque no pueda, sino porque te ama tanto que siempre respetará tu decisión de estar sin nadie, sin Él.
3. Estar sólo no es lo peor que te podría pasar
Aunque mientras lo vivimos no lo parezca, la soledad no es lo peor que podría estarnos sucediendo. Lo peor que podría pasar es no tener amor, y ¿adivina qué? incluso si no lo sientes, incluso si nadie te lo ha dicho, incluso si no crees que sea posible, alguien ya te amó lo suficiente para dar su vida por ti, por eso nunca puedes quedarte sin amor.
4. Eventualmente pasará
Por más larga que pueda ser esta temporada, podrían ser meses, años, décadas, eventualmente va a pasar y tendrás un corazón más preparado para escuchar al Señor.
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