“Pensé que eras diferente”

La mayoría de nosotros nos hemos relacionado con esta frase, seguramente en algún momento de tu vida te han decepcionado, o has decepcionado. mínimo por terceras personas te ha tocado escuchar esa frase. Hace ya algunos blogs hablamos de como las personas que pasan en nuestras vidas nos dejan cosas positivas, pero algo que no mencione y que es muy cierto, es que con ciertas personas batallamos más para ver lo bueno.

Primero me gustaría tocar el punto que somos la generación de cristal, no como comercialmente lo vemos, pero la verdad es que somos la generación de cristal por nuestro egoísmo, y tratarse siempre de nosotros mismos, eso nos hace cada vez más intolerables antes las fallas de los demás e irónicamente con esa rama de pensamiento, queriendo ser más “independientes”, resulta todo lo contrario. Esa idea termina haciéndote pensar que todos te “decepcionan”, o que todo conspira en tu contra. Todo eso es a lo que me gusta referirme y a lo que le llamo un falso empoderamiento, la actitud egoísta de sentirte inalcanzable y mejor que ciertas personas, porque déjame decirte que nadie es mejor que otro como personas.

Esto no quiere decir que vayas por el mundo dejándote atacar por todos, o que todo se te resbalé y hagas como si no pasara nada. A lo que quiero llegar con esto es a algo muy específico: el perdón y la humildad.

Retomando el falso empoderamiento, vivimos en una sociedad donde vemos como “valiente” a la persona que juzga a la otra persona por su falta, y que busca hacer sentir mal a esa persona, como una especie de venganza. Pero no vemos como valiente a la persona que perdona, incluso lo vemos como debilidad. Para perdonar se necesita mucha humildad para aceptar que no somos mejores que otros, así como te hicieron algo, cabe la posibilidad de que también le hayas hecho algo a alguien y ni si quiera te diste cuenta. Y si lo vemos de otro punto de vista, puedes hacerte la pregunta a ti mismo, ¿qué es más difícil, perdonar y no juzgar a alguien que te lastimo, o atacar y pensar lo peor de una persona que te hizo mucho daño?.

Cabe recalcar que perdonar no significa que no debe de haber consecuencias, y las consecuencias deben ser tomadas

Esta la típica frase de “siempre somos los malos en una historia mal contada” y la verdad es que no hay malos, porque nadie te puede juzgar como “malo”, solo Dios puede juzgar, y porque no existen personas malas, si personas con decisiones equivocadas.

El único que sabe cómo realmente eres y como es tu corazón eres tú y Dios, y con eso es suficiente. Vivamos nuestra vida con humildad viendo lo más positivo en las personas y sacar el mayor provecho de ellas, y evitemos juzgar o sentirnos superior.

Perdonar es de valientes