El mes de mamá

No creo que haya un mes más hermoso y apropiado para volver a buscar o seguir cultivando una relación con Dios, para tener una verdadera intimidad con Él, que el mes de nuestra Madre.

La situación en gran parte del mundo sigue siendo muy complicada. A pesar de los esfuerzos por controlar la pandemia lo mejor posible es una realidad que las cosas no son tan fáciles como muchos esperaron. Y es aquí, en medio de esta dificultad, que como católicos tenemos una preciosa oportunidad de buscar refugio en nuestra Santa Madre.

Ella que no dejó solos a los esposos en Canaán, que en un momento de dificultad, de agobio y preocupación abogo por ellos ante su Hijo, nuestro Dios. Y siendo siempre nuestra Madre amorosa e intercesora logró para ellos un milagro que tanto necesitaban.

Sé que no estamos en Canaán, ni en una boda, y que no necesitamos convertir agua en vino. Pero con María no se trata de necesitar grandes cosas, sino de saber que cuando lo hagamos tenemos una mamá lista para interceder por nosotros ante su Hijo, ese que tanto la ama, y que tanto amor y respeto le tiene.

Este mes el Papa ha invitado a el rezo del rosario por el fin de la pandemia, así que te invito a buscar momentos durante el día a lo largo de este mes para unirnos todos en oración, pidiendo a nuestra madre su santa intercesión, por el fin de esta pandemia. Pero también te invito, y te recuerdo, que es un mes de oportunidad para ti y para mi. Es un mes dónde se te invita y recuerda que tienes una madre que te ama, que se interesa por ti, que te conoce con todos tus detalles, y que siempre quiere y busca lo mejor para su hijo.

Te invito a que busques dentro de ti ese anhelo de amor que todos tenemos, de amar y ser amados, y puedas encontrar un gran amor en María. Y si antes no tenías una relación con ella puedas empezar a construirla a partir de ahora, porque te puedo asegurar que ella te espera con ansias. Y si ya habías iniciado el hermoso proceso que es enamorarse de María te exhorto hermano, a que no desfallezcas y no te canses de amar y ser amado por tu Madre.

El mes de mayo es un mes especial por María, y es una oportunidad increíble para que la tengamos especialmente presente en nuestras vidas, pero no solo durante este mes. Sino que busquemos crear un hábito de oración y de relación que perdure más allá de solamente 30 días. Y como comunidad que somos estar en constante oración unos por otros, así como María está en constante oración por cada uno de sus hijos.