Comí carne en viernes de Cuaresma
- Ana Terrones
- Feb 20, 2021
- 2 min read
Comí carne en viernes de cuaresma
Creo que a más de uno nos ha pasado que llega cuaresma y estamos tan envueltos en las preocupaciones de la vida cotidiana, que llega el viernes por la tarde y nos estamos comiendo una deliciosa hamburguesa cuando de pronto recordamos: ¡ES CUARESMA!
Después de darte cuenta de tu olvido y error pueden ocurrir varios escenarios: hay quien se siente la peor persona del mundo, el pecador más grande y casi casi puede ver como las puertas del cielo se cierran ante sus ojos por su gran crimen; hay otros que dirán: “no pasa nada, no es como que Dios se va a enojar porque comí de los animales que Él mismo dejó para nosotros” o “la próxima me acordaré”, “no pasa nada”; y hay otros, quizá como tu y como yo que no saben para cuál extremo irse. ¿Está bien? ¿está mal? ¿es pecado? ¿no importa? En esta entrada de blog no contestaré a ninguna de estas preguntas, así que si buscabas alguna de estas respuestas lo siento mucho, no las encontrarás aquí.
Hoy quiero plantear otro tipo de preguntas, ¿por qué practicamos la abstinencia? ¿por qué hacemos penitencia? ¿porqué dejamos vicios en cuaresma? o ¿porqué ofrecemos sacrificios? Quizá eres un católico muy consciente y ya conoces tu respuesta a todas estas preguntas, pero si eres como yo este mensaje es para tí.
El propósito de la Iglesia al proponer todas las prácticas de penitencia que conocemos (la abstinencia de carne, el ayuno, los sacrificios personales) es fomentar la unidad entre sus miembros, sobre todo en momentos importantes para nosotros. En el caso de la Cuaresma, nos estamos preparando para la semana MÁS GRANDE del calendario litúrgico: la Semana Santa. La Pasión y Muerte de Jesús son momentos muy significativos para los católicos y precisamente con el objetivo de vivirlos en comunidad la Iglesia propone estas actitudes para permitir que todos estemos en el mismo espíritu de penitencia, unirnos todos para acompañar a Cristo en su camino a la cruz.
La próxima vez que se te olviden esas actitudes que propone la Iglesia no te preocupes tanto por saber si estuvo mal o si estuvo bien, mejor ocúpate en recordar que estamos en esto juntos, que ser Iglesia se trata de ser comunidad, de apoyarnos entre otros. Y en este mismo espíritu comunitario no temas en pedir ayuda a algún amigo o a tu grupo cercano de la Iglesia para entre todos ayudarse a mantener los compromisos que se propongan, así como los que propone la Iglesia para todos los católicos en el mundo.
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