2021

Sin duda el 2020 fue un año en que se presentaron condiciones negativas para todos. Simplemente no lo esperábamos, y para muchos fue posiblemente el peor año de sus vidas, con justa razón. Se perdieron empleos, oportunidades, y lo más trágico; se perdieron vidas. El 2021 tiene expectativas muy altas para muchas personas, y si tú esperas que el 2021 sea un buen año, pues te vas a quedar esperando. En cambio, si en vez de esperar te pones a hacer, el 2021 puede llegar a ser el mejor año de tu vida. El hacer que tú 2021 sea un buen año no quiere decir que no pasen cosas negativas, pero la clave es sobreponer las cosas positivas que has logrado en tu vida, sobre las cosas negativas y esto aplica para cualquier año o circunstancia. Todo esto me recuerda mucho a un tema que todos o la mayoría hemos afrontado, el sufrimiento y su relación con Dios.

Creo que es imposible ser católico sin haber sufrido en algún momento de tu vida. Es parte de cargar tu cruz. Personalmente ese sufrimiento me pasó en 2018. En ese momento toqué fondo, y conocí una parte del sufrimiento que no conocía. En ese momento padres y amigos me aconsejaban que tuviera fe, y que cuando saliera de eso iba a ser otro. Me recordaban mucho la cita de Eclesiástico donde decía que el valor del oro se prueba en fuego. Yo no entendía y estaba harto de escuchar sermones. Ahora en 2021 lo entiendo. Actualmente puedo decir que no cambiaría nada de ese 2018, porque me ayudo a darme cuenta de lo valioso y de lo que soy capaz gracias a Dios.

Eso es lo que espero que tu tomes de tu 2020 si tu piensas que fue un muy mal año. Eso te va a ayudar a tomar el 2021 por los cuernos y hacerlo un buen año. Tus acciones y actitudes que vengan de Dios son más grandes y fuertes que cualquier expectativa. A otros le va a tocar forjarse en 2021, o aún están forjándose, y si es tu caso, de corazón te digo que tengas fe. Y que no me cabe duda de que los frutos que sacaras de ese sufrimiento van a ser frutos que en un futuro estarás eternamente agradecido. Pero lo más importante, y reitero, no te quedes esperando, empieza a actuar. Hagamos lío.